La FDA insiste en los peligros de usar la ivermectina contra el covid-19

La istración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) emitió el pasado mes de marzo una covid-19, en la que desaconseja su uso por falta de evidencia sobre sus beneficios y por el riesgo de efectos secundarios, que en varios casos han requerido la hospitalización.
Su recurrente uso ha activado nuevamente el aviso de la agencia federal sobre lo peligroso que su uso es para la salud de los seres humanos.
“Tomar largas dosis de esta droga es peligroso y puede causar daños serios”, recalcó la agencia en el comunicado donde notifica que han recibido “múltiples reportes de pacientes que han requerido apoyo médico y han sido hospitalizados luego de automedicarse con ivermectina formulada para caballos”.
El desparasitante es usado en el campo veterinario e indicado en menores dosis en humanos para el tratamiento de condiciones específicas como la oncocercosis de los ríos, la sarna, los piojos y la rosácea.
Algunos de los efectos secundarios que pueden asociarse con el consumo de ivermectina en altas dosis, según la FDA, incluyen sarpullido, náuseas, vómitos, diarrea, dolor de estómago, hinchazón del rostro o de las extremidades, eventos adversos neurológicos (mareos, convulsiones, confusión), baja repentina de la presión arterial, sarpullido grave que pueda requerir hospitalización y lesión hepática (hepatitis).
La agencia aclara que incluso en bajas dosis, el fármaco puede interactuar con otros medicamentos como los anticoagulantes.
Durante la pandemia se ha convertido en un tratamiento popular, sobre todo en Latinoamérica donde algunos médicos lo recetan e incluso algunos gobiernos lo incluyen dentro de sus lineamientos oficiales apelando a su potencial y contraviniendo las recomendaciones de organismos como la FDA que insisten en que hasta los momentos “hay evidencia insuficiente para apoyar su uso”.
Evidencia escasa
El interés en este agente desparasitante contra el covid-19 surge a raíz de un estudio publicado en un cuestionado pre-print a principios de abril en el que determinaron que en cultivos celulares en un laboratorio -no en personas-, la ivermectina funcionó como inhibidor del SARS-CoV-2.
La ivermectina ha demostrado tener algunos efectos antivirales sobre otros virus como el del VIH, el dengue, la influenza y el Zika entre otros, al menos en laboratorio.
Pero la dosis utilizada para lograr la reducción de la carga viral del SARS-CoV-2 fue mucho más alta que la considerada segura para el tratamiento de enfermedades parasitarias en humanos. No hay garantías sobre su seguridad o eficacia en humanos.
Estudios clínicos realizados en humanos para probar los beneficios de la ivermectina contra el coronavirus no han arrojado resultados contundentes o han tenido limitaciones metodológicas que hacen cuestionar sus hallazgos, advierten los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de EEUU que indican que no hay suficiente evidencia para recomendar ni el uso a favor, ni el uso en contra de esta droga.
Resultados de un pequeño estudio doble ciego randomizado controlado -el estándar de oro para evaluar tratamientos- hecho en Colombia y publicado a principios de marzo en el JAMA no encontraron un beneficio significativo en el uso de la ivermectina para reducir la duración de los síntomas de la enfermedad leve. “Los hallazgos no apoyan el uso de la ivermectina como tratamiento para el covid-19”, concluyen los investigadores indicando que “hacen falta ensayos clínicos más grandes para entender los efectos de la ivermectina en otros resultados clínicos relevantes”.
Otros ensayos clínicos en curso ofrecerán más información en los próximos meses.